Volviendo a cerrar circulos

Pasó el verano, mis amigos. Un verano en el que intenté escribir más, pero escribí menos. Tampoco leí demasiado y ni siquiera he salido de mi casa...
Eso sí, el jardín tiene un espacio nuevo para sentarse tranquilamente a leer. Eso si Frodo me deja, que no suele...
Ha pasado el verano con una cierta desgana, al final. Las espectativas no estaban muy altas, tal vez por eso se quedaron tan bajos los resultados.
Y llega el ultimo curso en el que voy a trabajar. Doce trienios son muchos años levantándome para ir al colegio... Añade a eso los años en que lo hacía para ir como alumna. ¡Toda la vida menos seis años...! Cincuenta y cuatro años en los mismos espacios, con la misma actividad desde dos puntos de vista diferente... Desde los dos lados de la moneda.
Cada día me levanto, es cierto, para hacer lo mismo que hace años, que durante años he hecho, pero cada día es diferente. Aunque se repitan situaciones, comentarios, aunque el cansancio sea la tónica y la repetición la pauta, cada día es diferente.
Tal vez por eso seguimos vivos, para comparar un día con el siguiente...
Cosas que pasan...
4 comentarios
La dama -
Gracias por acompañarme...
Carmen -
Cada día es diferente, espero recordármelo al levantarme para vivir lo mejor posible y no dejarme abrumar por la rutina y/o los problemas.
Por aquí te estaré acompañando.
Besos.
La dama -
Yo no sé muy bien que balance haré en septiembre del año que viene. Ya te lo contaré.
Un beso...
pau -
Cada día lo mismo, pero de distinta manera