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casiazul

Paseo

Paseo

He pasado el día en la ciudad. A media mañana la he atravesado por su eje más pequeño. Es una ciudad alargada,como la sombra de un álamo en verano. Imaginaos un río y en su orilla un gran árbol. Ese álamo comienza a crecer al atardecer, escalando su sombra la colina que hay justo detras de él. Asi es la pequeña ciudad, un ascenso del río a la ladera de la siguiente colina. Ahora ha crecido mucho, estirándose a lo ancho, por los recovecos que le dejan los barrancos y la Nacional II. Pero sigue siendo una pequeña ciudad.

La lluvia, casi torrencial en algunos momentos, ha limpiado las fachadas, las calles y hasta a los habitantes. Como estaba sin coche, he tendio que soportar a los coches, mal educados, insolentes, pegados unos a otros en su afán de llegar antes a ningún lado.  Cuando llueve los coches salen todos a pasear, es inevitable...

Cruzando uno de esos pequeños barrancos, con infulas de calle, pero barranco al fin y al cabo, he mirado a una de las casas "pobres" que hay en uno de sus lados. Una mujer mayor estaba sentada junto al ventanal, cosiendo. La imágen ha sido tan bella, que me he parado unos instantes para saborearla.

El aire limpio, húmedo, la luz gris, una chumbera y algunas adelfas decorando el jardincillo que rodea la acera y los bloques "pobres". Y la mujer, como en un cuadro, puntada a puntada...

Hay momentos para recordar. Que no significan nada, pero que son únicos.

 

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