Leyes

No hay ley, norma ni contrato
que me obliguen a quererte.
Como no los hubo cuando te quise.
Una firma en el juzgado, una familia o veinte años,
no son suficientes cadenas
para retenerme a tu lado.
Los sentimientos no se fuerzan,
se aceptan cuando aparecen
y se apagan cuando se van.
Hay leyes más fuertes en la vida
que las escritas por los hombres,
leyes que llevamos inscritas
en el corazón.
Esas, querido, no se firman,
se viven.
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