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casiazul

Septiembre II

Septiembre II

Pau no comprende por qué digo que septiembre es "dulce". Por lo mismo que diciembre es frío. No es una cuestión de temperatura, sino de simbología. Al menos de la mía. Hay meses  del año que son anodinos, impersonales. Meses de paso. Pero otros son meses con entidad propia. Noviembre no me dice nada, al igual que febrero. Cosas que pasan, sin más. Asocio octubre con las grullas y el tono amarillo del sol del atardecer. Mayo con los morados del cielo y junio, cómo no, con la llegada del descanso, aunque sea el último día.

Septiembre tiene de especial, entre otras cosas, que es el mes en que nacieron mis hijas. Con eso ya es suficiente para que sea especial. Pero, además, es, como dicen las profes que se pasean por aquí, como Merce, el tiempo del regreso a la normalidad del trabajo. El mes en el que decides si va a ser un buen curso. Al menos para los docentes que llevamos ya muchos años en las aulas.

Miramos a los nuevos fichajes y nos planteamos la jubilación anticipada o seguir un año más. Tal y como están las cosas, lo de la jubilación no es muy recomendable. Si las cosas vienen mal dadas, tiramos de paciencia y si vienen bien, de más paciencia.

Enseñar es una tarea de muchos, pero utimamente parece ser cosa sólo de maestros y profesores, culpables, a lo que se ve, de todo lo que pasa en la sociedad. Todo lo malo, por supuesto, que lo bueno se queda para los padres y los políticos.

Pero no entremos en eso, que ya es cansado.

Un besazo a todos y gracias por seguir por aquí.

 

 Erik me regaló este maravilloso igniesqueleto... (esqueleto ardiendo, para los amigos)

2 comentarios

pau -

Cierto es que hay meses que no nos dicen nada y otros mucho.
A mi Noviembre debería pasarme inadvertido, es uno de aquellos de los que ni te enteras; luego ocurre que lo vivo con mucha intensidad.
No sé... este año haré señales en el calendario y después las analizaré y te diré algo.
Antes disfrutaba mogollón con diciembre, ahora lo encuentro estresante. Ya ves...
Siempre pensé que enseñar es tarea del maestro y educar de los padres. En mi caso (y no me salió nada mal) tuve que educar y enseñar, la escuela de mis hijos, pese el gran respeto que le tiene Cheli (Amara), dedicaba más tiempo en lo primero que en lo segundo y, demasiado a menudo, con poco acierto en ambos.
Algún día hablaré de ello.

filoabpuerto -

Ves, Dama ese "igniesqueleto" es otra razón para un nuevo septiembre, un nuevo curso, una razón para seguir alentando la creatividad de nuestros alumnos y, al mismo tiempo utilizar estos estímulos para la propia automotivación.

No lo digo con total convencimiento, je je pero, ¡algo tenemos que decirnos para seguir "palante"

Saludillos

Merce