Escamada

Más bien desescamada... Ando, como las serpientes, perdiendo la piel a capas pequeñitas, casi a escamas. Me dan veinte y algunas razones más por las que me ha atacado, inmisericorde, la psoriasis, a estas alturas. Principalmente en las manos, lo que además de doloroso es bastante desagradable de ver. De momento sólo es el la palma, por lo que normalmente está oculto ese pequeño mapa en relieve en que se ha convertido mi piel ahora, con sus curvas de nivel a la vista: una capa, otra, otra, hasta llegar a la rosada capa más próxima a la carne. Esa se agrieta de vez en cuando y entonces la heridita está servida.
Pienso en lo frágil que es esta piel nuestra, que nos aisla del mundo exterior de forma tan perfecta. Una serie de capas de finísimas células, contienen, como dique bien construido, líquidos y músculos, la vida entera en una red casi transparente.
Es cierto que nos acordamos de nuestros órganos cuando nos duelen. ¡Y tan cierto! Y para que no me duela la piel me tengo que tomar un "ligero" veneno para el higado, con su antído en días alternos... ¡Como avanza la medicina! Me da un poco de grima empezar a tomar este supuesto remedio que me va a quemar el higado. Por más que tenga el antídoto a mano...
Así que cada vez me parezco más a una serpiente: cambio de piel y si me muerdo me enveneno...
Ja, ja, ja, pero no le vo la gracia por ningún lado...
Y como no soporto a las serpientes, he buscado esta preciosidad de réptil con patas, que me resulta más simpático. (Es que eso de andar sin patas por el mundo, me da un "no se qué" de mucho cuidado)
Y el mundo sigue girando, sin saber a donde nos lleva. Menos mal que aún hay posibilidad de soñar, pero eso lo dejo para otro día...
4 comentarios
MILA -
sI TE INTERESA PROBAR ESCRÍBEME Y TE EXPLICARÉ CÓMO ESXATAMENTE HACE FALTA TOMARLO.
Koldo -
Lo pude compartir durante los casi 2 años que coincidí con una compañera de trabajo: tuvo un problema gravísimo con su hija pequeña (casi la pierde) y le vino, de repente, una soriasis como la tuya: agresiva y muy molesta y desesperante. Le picaba todo el cuerpo; había momentos en los que quería rascarse sin parar... hasta casi hacerse sangre. Lo tenía prácticamente en carne viva... de arriba a abajo.
No soy médico, por supuesto; pero creo que debe ser algún tipo de reacción autoinmune, algo que se activa cuando te bajan las defensas... Como el herpes, que te sale justo cuando estás chungo, física o mentalmente...
Mejoró y se recuperó (¡gracias a Visnú!) totalmente su niña... Y ella -con paciencia y con mucho tiempo- se recuperó también.
Todos pensamos que somos muy fuertes; pero el subconsciente nos traiciona.
Sí, hay veces, hay momentos, hay rachas que se ceban con nosotros. Todas se superan.
(¡Otra vez, "la esperanza"!)
No te desesperes, amiga etérea y cibernética.
Mantente firme y fuerte. Tú puedes... Y los tuyos te necesitan.
De verdad que siento mucho todo lo que te está tocando aguantar...
Recibe un -casto; pero cariñoso- achuchón de ánimo...
La dama -
Un besazo, Pau.
pau -