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casiazul

Uno más

Uno más

Hay un tiempo en los que el reloj, en una se sus vueltas, cae en una hora determinada: siempre la misma de ayer a estas horas...

Hace 58 años, hace toda una vida, me puse en camino.

Para llegar hasta aquí. Hasta este punto exacto en el tiempo y el espacio...

En el camino, a veces sólo el azul del cielo me ha bastado para ser feliz.

Otras veces he necesitado de lo posible y lo imposible para serlo. No siempre se consigue, como bien sabéis.

He compartido mi corazón y mi alma y mi cuerpo con los amores de mi vida.

He tenido la suerte de amar y ser amada.

Y, aunque a veces me puede la tristeza, me levanto y vuelvo. Y miro y amo...

No sé a donde voy ya, ni lo que quiero a estas alturas. Casi nunca he sabido nada de nadie, ni de mí misma. Muchas veces no he querido saber. De eso seré juzgada, estoy convencida. De pasar de puntillas por algunas cosas.

He preferido ignorar para no sufrir. Aún así no me han dejado sola y muchas veces, sin embargo, me he sentido demasiado sola. Y he sufrido sin querer.

Pero he compartido el amor, las buenas comidas, los bellos paisajes, el arte, la literatura, la música, el amor a los animales y a los seres más irracionales del mundo: los hombres y las mujeres.

Hoy me siento un poco menos sabia que ayer, pues raramente consigo aprender algo. Pero intento que no se note... Prefiero no saber... Prefiero amar.

Puedo decir que he tenido una buena vida, con sus altibajos. Y que de aquí a la eternidad ya me queda menos camino por recorrer.

No sé en cuantas piedras tropezaré y cuantas veces me caeré.

Pero sé que aún me queda amor por dar y recibir. Y que un perro ahorra mucho en psiquiatras...

Os quiero.

El horizonte

1 comentario

pau -

Ya ves, mi compañera dice que de no ser por su gata, no habría podido soportar la enfermedad.