FAO

He estado oyendo y viendo retazos de información sobre la cumbre de la FAO estos días. Y se me ha caído la cara de vergüenza. Se reunen los ricos del "pueblo" para arreglar el hambre de los pobres del pueblo y deciden posponer unos añitos las reoluciones más importantes. Para limpiar su conciencia hacen unas donaciones ridículas dejándoles, una vez más con el papel del caramelo para que lo chupen un poco...
No hay vergüenza, ni ética ni moral. Da igual el número de personas que mueran (millones) que los ricos siempren encuentran escusas para no soltar...
Me indigno al enterarme de la manipulación genética de las semillas para hacerlas infértiles y que al año siguiente las tengan que volver a comprar. ¿Desde cuando se es dueño de una semilla? ¿Desde cuando se tiene la patente de la vida?
Debo vivr en otro mundo, en mi mundo, pues no entiendo nada... ¿Por qué cotiza el arroz y el trigo en bolsa? Es un bien necesario, es propiedad de la tierra no de los especuladores.
Vergonzoso, indignante. No entiendo nada. Y no puedo hacer nada.
En momentos así es cuando me gustaría que el infierno existiese y porder mandar allí a todos esos sinvergüenzas que acumulan riquezas que jamás van a disfrutar...
El mundo, con toda su bellaza, no es justo ni injusto, ni siquiera Dios tiene la responsabilidad de nada (suponiendo que exista) somos nosotros, los más listos del barrio, los que la liamos. Nosotros y nuetro dinero, nuestra ambición, nuestra concepción miserable de la vida. La mezquindaz y el egoísmo... Un dechado de virtudes, vamos...
1 comentario
Pau -
Los biocombustibles han sido la excusa. Comida hay suficiente y muchos países, sobre todo los europeos, lo saben; como también que aumentar el dinero en ayudas al tercer mundo solo serviría para subir aún más los precios. Y en caso que realmente falte, sucedería lo mismo. Si hay diez y la demanda es de veinte, la solución no es poner más dinero, ya que seguirán habiendo diez y lo único que se conseguirá es seguir aumentando el precio. La solución es, de haber suficiente, cargarse la especulación y los intermediarios; o, de no haberlo, producir lo suficiente o reducir la demanda.