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Honor

Honor

"Miro los muros de la patria mía..."

Lo que se puede hacer por amistad. Un conocido me pidió como favor que le revisara unos textos que había escrito hace tiempo. Le dije que sí, sin dudarlo. Y me he encontrado sumergida durante dos días en unos versos llenos de patriotismo. De ese ese patriotismo que no entiendo, que siento tranochado, que se perdió hace ya tiempo.

No hablo de la derecha ni de la izquierda, hablo del honor y la patria, de símbolos, sangre, caminos, parejas vigilantes de caminos.  Me han llevado a los años cuarenta y cincuenta y a los setenta. Me han recordado muertes inútiles por ambas partes, por la de los buenos y la de los malos. Los buenos siempre son los buenos, no queda otra.Son los que me cuentan la historia.

  Lo curioso es que siendo un tema tan alejado de mis sentimientos (los versos no son fríos, pero a mí no me conmueven) he sido capaz de darles una cierta coherencia, una estructura que ya estaba, pero sin pulir. Ha sido una cuestión técnica, pero a veces, lo reconozco, sentía ganas de dejarlo. ¿Cómo hacer que esas palabras sonaran bien? Si no las creía, si me parecían, incluso, falsas a veces.

Eso sí, escuchaba a Lorca detrás de las voces de esos civiles... Y me he quedado con la idea de que pese a todo, la poesía es un arma muy cargada, si hasta los "buenos", sin saberlo, se han dejado influenciar por la voz del poeta. Mi conocido no recuerda haberlo leído, pero me dice que puede ser. Estoy segura de que fue así. Eso o que los tricornios llevan detás de sí una forma de quedar descritos, un estilo lleno de caminos, albas, sangre y bandoleros...

Terminé el trabajo. 

1 comentario

Koldo -

La poesía es así. Como la pintura. Como la música. Como tantas otras cosas. O te gusta o no te gusta. Te llega o no te llega. Te dice algo o nada en absoluto.
Curiosamente la temática en poesía o música es múltiple. En algunos momentos o edades o épocas, te gusta más cierto tipo de música o poesía que en otros.
En cualquier caso, creo que también es algo educable. Al menos, en lo que sirviera para distinguir la buena poesía, pintura, música, etc. de la mediocre. O eso creo... A medida que vas aprendiendo más en profundidad y vas conociendo detalles y méritos que hasta entonces se te escapaban.

¡Ah! Y enhorabuena por haber acabado el favor. Seguro que, ahora, te sientes doblemente bien: por tratarse de un favor y porque no te gustó demasiado el encargo.